Cómo cualquier otra noche Amparo se encontraba viendo la televisión, tranquila y con el día acabado. Solo de recordarlo se le quiebra la voz, «sentí mucho calor en el pecho» y encontró un bulto. Ahora, superar un cáncer de mama es algo a lo que nos hemos acostumbrado, nos puede parecer normal. En España, la supervivencia para este tipo de tumores se sitúa en el 99%. Pero Amparo Arnal (Zaragoza, 79 años) lo hizo hace 35 años, en 1987.

• PREGUNTA: ¿Qué edad tenía cuando le diagnosticaron cáncer de mama?
• RESPUESTA: 45 años.

• P: ¿Se acuerda del momento en el que se dio cuenta que padecía un cáncer de mama?

• P: ¿Cómo lo recuerda?
• R: Fue horrible porque yo no conocía a nadie, ni de mi familia ni de mis amigos que hubiese tenido cáncer de mama. Entonces no sabía que daban quimioterapia ni radioterapia.

• P: Sabemos que entre un 5% y un 10% de todos los cánceres de mama son hereditarios. ¿En su familia hubo o hay otras mujeres afectadas?
• R: Sí, mi madre, que tenía 85 años y también lo superó, pero fue después. Dijeron que no tenía relación.

• P: ¿Qué tipo de tumor padeció?
• R: De mama, un carcinoma ductal infiltrante. El más común.

• P: ¿Qué tratamiento le realizaron?
• R: Cirugía, quimioterapia y radioterapia.

• P: ¿Cómo lo recuerda?
• R: Mal porque el tumor no estaba muy avanzado, pero el tratamiento fue muy agresivo. Tenía un ganglio afectado y me quitaron 17. El doctor quiso vaciarme el otro pecho, aunque no tenía nada. La quimioterapia fue en lo que menos mal lo pase. Cuando pensaba que había acabado me dijeron que fuera a ver a un doctor al Hospital Clínico. No me habían dicho nada para no asustarme, aunque el susto fue el mismo. Entonces me pusieron sesiones de quimioterapia y me quemaron la piel con la radioterapia. Me dijeron que comprara un gorro y me lo pusiera con hielo en la cabeza para que no se me cayese el pelo, pero si funcionara a nadie se la caería. Además, estuve dos años tomando pastillas.

Amparo Arnal: «Que lo afronten con optimismo porque ahora está todo mucho mejor»

• P: ¿Le ha quedado alguna secuela?
• R: Sí, años después de la operación me salió un linfedema en el brazo. No puedo ni peinarme por detrás. Por culpa del brazo me caí, me rompí la clavícula y me ha quedado muy mal. Vino la pandemia y no pude ir a rehabilitación. Ahora el brazo lo llevo muy mal. Si me siento en este sofá no me puedo levantar. Un desastre. Ahora empezaré la rehabilitación y un poco mejoraré. Ahora me lo noto, el jueves hice cosas que no debía (ríe). Me puse a limpiar macetas y llevo el brazo un poco más inflamado.

• P: ¿Qué les aconsejaría a otras mujeres que padecen ahora cáncer de mama?
• R: ¡Qué se operen!, pero que no se hagan lo que me hice yo. Que lo afronten con optimismo porque ahora está todo mucho mejor.