«Conformidad de algo con otra cosa en naturaleza, forma, calidad o cantidad. 2. f.» Esta definición corresponde al término «igualdad», como bien señala la RAE un sustantivo de género femenino. El género es algo ya escrito y por mucho que pretendan olvidarlo, no se puede borrar. Periodistas y profesionales de la comunicación luchan por la inclusión de las palabras y porque no se acabe con la esencia de nuestro lenguaje y del género femenino.
Miradas expectantes, aplausos, palabras de reivindicación de derechos por un periodismo más humano e igualitario, piel erizada ante la situación en Argentina… Todas estas sensaciones fueron vividas el pasado 14 de marzo en el Palacio de Congresos de Huesca. El reloj marcaba las 12:30 horas cuando cuatro mujeres profesionales de la comunicación especializadas en derechos de la mujer, feminismo e igualdad se subían a la palestra y daban comienzo a la mesa de debate “Hacia la igualdad desde la redacción: perspectivas de género, fuentes y lenguaje inclusivo”. Bajo este título se escondían las personalidades de Isabel Valdés, Luciana Peker, Virginia P.Alonso y Ana Requena.
Ante un público repleto de periodistas y futuros comunicadores, las cuatro voces femeninas pusieron en valor las cuestiones que un periódico debe asumir como básicas y propias para promulgar un lenguaje que refleje la igualdad en los medios. El libro de estilo es una herramienta guiada por un corpus de lenguaje inclusivo, derechos humanos, feminismo e igualdad. Un paso que se ha conseguido dar para que cada medio de comunicación trate de manera correcta contenidos que pongan en práctica el papel de la mujer. Pero, ¿es suficiente esta guía para respetar el trato femenino en los medios?
Tras esta cuestión, salió en defensa Ana Requena quién destacaba que la clave no solo está en el libro de estilos sino además en el papel del comunicador, en poner otra mirada, perspectiva y enfoque a determinados temas. La periodista puso como ejemplo la violencia sexual, un tema que ha salido del armario gracias a periodistas que han puesto en él su punto de mira y han tirado de la manta. En cuanto a las fuentes, la ponente destacó la importancia y el papel que la mujer periodista ha tenido en el trato de la información. “No es un acto de desigualdad sino una realidad”, estas palabras por parte de Ana desataron miradas de crispación e indignación en un sector minoritario del público. Por ello, es necesario cuestionarse el papel de la sociedad. ¿Qué está ocurriendo con las nuevas generaciones?
Más allá del feminismo, según un estudio defendido por Luis Bonino Méndez, la nueva generación, sobre todo los varones, ven en el feminismo un rechazo hacia su género. Una visión paternalista que no les hacen ser conscientes de la desigualdad que existe en la sociedad. Esa mirada incipiente acerca del feminismo es lo que contrarresta que tanto en los medios como en cualquier otra profesión se dificulte la lucha por la igualdad.
CHILE Y ARGENTINA, EL FIN DEL FEMINISMO
Luciana Peker inició su intervención acerca de la situación actual en Argentina, donde comunicadoras han estado peleando durante muchos años con editores y jefes para poder escribir palabras como “feminicidios” para contar la realidad sobre hechos que se camuflaban bajo el término “crimen pasional”. Personas como Luciana han luchado por un lenguaje inclusivo que trate la información de forma que cuente sucesos veraces que ocurren en el día a día. Por el momento la situación actual en Chile y Argentina no solo ha prohibido el lenguaje inclusivo, sino que, además, el gobierno ha censurado completamente la mención femenina en el presente. La presencia de palabras como “diputadas”, “secretarias” o “embajadoras” están siendo borradas del diccionario. Hechos como este demuestran la importancia del lenguaje y la necesidad de continuar escribiendo y nombrando a las mujeres para que no desaparezcan de los medios y, por consiguiente, de la sociedad. Una realidad que se ha de frenar y un posible avance de lo que sucederá en España si no se para a tiempo.
En relación con los avances, los tecnológicos también están siendo un problema para el periodismo y cabe destacar la manera en que la Inteligencia Artificial está calando en el mundo de la comunicación.
Con está temática tan presente en la actualidad, Virginia P. Alonso reconducía la mesa. Uno de los puntos que más caló en los oyentes fue la presencia de presentadoras creadas con Inteligencia Artificial, un acto de vulneración hacia una profesión que vive una situación de precariedad que evita ejercer el buen periodismo. Un achaque hacia el público y hacia la mujer. “Todas guapas, monísimas y con voz angelical”, así las define una de las ponentes y es algo que no solo afecta a la situación laboral de los periodistas sino también a la salud psicológica de las personas creando un estereotipo que ataca a la mujer mediante una figura inexistente.
Son ya tres las presentadoras de programas y televisión que la IA ha creado, tres mujeres y todas con un físico idealizado. El papel de la inteligencia artificial esta yendo más allá, acercándose al poder de la comunicación y expresión, algo característico del ser humano. Lo que la IA aún no controla es el poder de la duda. Por ello es esencial, que desde el campo de la comunicación se use ese poder para demostrar que las nuevas tecnologías no pueden sustituir el papel de las personas.