Francisco Gállego nos cuenta como se inició en el mundo de la agricultura y acerca de los peligros a los que se enfrenta la profesión, así como las soluciones más factibles.
Una profesión tan básica e importante para la economía como es la agricultura, comienza a ver a lo lejos la posibilidad de pasar el relevo a las nuevas generaciones, desinteresadas por el campo y sus labores.
Afortunadamente en el caso de Francisco Gállego, un joven agricultor aragonés de 24 años, no ha sido así. Heredando la profesión de su abuelo y de su padre, continua un linaje agricultor el cual asegura que no está en decadencia, pero hacen falta jóvenes que puedan recoger el testigo.
Empezaste hace 6 años, ¿cómo fueron los inicios en el mundo de la agricultura?
«Es complicado empezar debido al gran importe que tienes que poner y es complicado de ir pagando. Pero es un mundo muy bonito, ya era mi abuelo, también mi padre y yo sigo en la línea. Estoy muy contento y muy orgulloso de ser agricultor».
¿Cómo sería una jornada laboral normal en el campo?
«Empezamos a las 7 de la mañana, a primera hora vamos a los terneros. Vemos como están los animales, como se encuentran, si hay alguno enfermo se le pincha, si hace falta limpiarles las camas, se hace, lo que haga falta para que los terneros estén a gusto y una vez finalizado pasamos al campo por la tarde. Depende de la temporada del año hay unas labores u otras. En septiembre, octubre y noviembre estamos con la siembra y luego la post siembra. Luego tenemos épocas de abonado y fertilización. Y por último la campaña de cosecha, la más larga y dura de todas. No se para hasta que se finaliza y hay que echar muchas horas.»
¿Cuáles son las claves para prosperar en la profesión de la agricultura?
¿Y cómo son las vacaciones, tienes descansos?
¿Crees que la profesión de agricultura está en decadencia a pesar de ser una labor totalmente necesaria para la población?
¿Qué pautas se podrían implementar para visibilizar el campo a las generaciones más jóvenes?
«Se le podría dar una mayor visibilidad, lo que pasa es que la gente no lo ve como tal. A la gente que le gusta el campo es gente que lo ha vivido toda la vida, entonces si tienes ese arraigo a ese trabajo. Pero partiendo de cero, si no estas puesto en el mundo, la gente tiene muy poco interés. Y además el tema trabajo son muchas horas y quizá no es lo que buscan los jóvenes hoy en día.»
Con relación a la tensa situación que se ha vivido hace unos meses con las políticas agrarias ¿Que es lo que reivindica la agricultura?
«Lo primero y lo mas primordial, el desacuerdo con las políticas de la Agenda 2030, las políticas agrarias cada día nos merman más y nos complica hacer una producción como la que hacíamos antes, con unas restricciones muy grandes. Este tema está muy relacionado con las políticas medioambientales, es algo que nos imposibilita realizar nuestro trabajo con normalidad, suponiendo costes de dinero muy elevados. Por último, nos perjudica a la hora de vender y renovar maquinaria, los precios abusivos hacen que comprar maquinaria sea totalmente inviable. Además, el producto no ha aumentado de precio. Los intermediarios hacen que el producto final sea más caro, pero nosotros seguimos cobrando lo mismo que hace 4 años.»
¿Por qué es necesaria una solución conforme a las protestas del sector agrario?