La realidad detrás de las políticas agrarias europeas que han condicionado las múltiples manifestaciones en Europa los últimos meses
La agricultura en Europa ha sido siempre una piedra angular para la seguridad alimentaria, la economía y el tejido social de las comunidades rurales. Sin embargo, en los últimos años, las políticas agrarias europeas se han enfrentado a desafíos sin precedentes. La implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible ha añadido una capa adicional de complejidad, trayendo consigo objetivos ambiciosos que buscan equilibrar la producción agrícola con la sostenibilidad ambiental, social y económica. Este reportaje explora las políticas agrarias europeas, los desafíos que plantea la Agenda 2030 y cómo estos impactan a los agricultores en España y en el resto de Europa.
La evolución de las Políticas Agrarias Europeas
La Política Agrícola Común (PAC) ha sido el pilar fundamental de las políticas agrarias en Europa desde su creación en 1962. La PAC tiene como objetivos principales garantizar un nivel de vida equitativo para los agricultores, estabilizar los mercados, asegurar la disponibilidad de suministros y garantizar precios razonables para los consumidores.
Con el tiempo, la PAC ha evolucionado para incluir aspectos ambientales y rurales. La reforma de la PAC en 2013 introdujo el «pago verde», incentivando prácticas agrícolas sostenibles como la diversificación de cultivos, el mantenimiento de pastos permanentes y la preservación de elementos paisajísticos.
La más reciente reforma de la PAC para el período 2023-2027 busca alinearse con el Pacto Verde Europeo y la Estrategia «De la Granja a la Mesa», que promueven la reducción de pesticidas, fertilizantes y antibióticos, y el aumento de la agricultura orgánica. Esta reforma también pone un énfasis significativo en la digitalización y la innovación en el sector agrícola, reconociendo la necesidad de modernizar las prácticas agrícolas para enfrentar los desafíos del cambio climático y la competencia global.
La Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible
Adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2015, la Agenda 2030 establece 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que abarcan desde la erradicación de la pobreza y el hambre hasta la acción por el clima y la vida en la tierra. Los ODS relevantes para la agricultura incluyen:
1. ODS 2: Hambre cero: Uno de los objetivos más relacionados al sector agrícola, donde se pretende cambiar el sistema agroalimentario y las necesidades alimentarias de países subdesarrollados, así como colectivos desplazados.
2. ODS 12: Producción y consumo responsables: Se promueve la regulación entre productores, distribuidores y consumidores, equilibrando todas las fases del producto y unificando estas prácticas en toda la Unión Europea.
3. ODS 13: Acción por el clima: No solo hay que enfocar las prácticas agrarias y alimentarias hacia un consumismo sano y regulado, sino implementar el respeto por el cambio climático en todas las fases del proceso, impulsando fertilizantes y prácticas sostenibles.
4. ODS 15: Vida de ecosistemas terrestres: La preservación de especies y ecosistemas en riesgo entra dentro de la ecuación. El establecimiento de zonas de riesgo habilitaría un equilibro entre una producción masiva y la explotación de ecosistemas.
Para los agricultores europeos, estos objetivos presentan tanto oportunidades como desafíos. La transición hacia una agricultura más sostenible requiere inversiones significativas en nuevas tecnologías, cambios en las prácticas agrícolas y, en algunos casos, una reestructuración completa de los modelos de negocio.
Desafíos para los Agricultores Españoles
España, con su diversidad climática y geográfica, es uno de los países más importantes en términos agrícolas en Europa. Sin embargo, los agricultores españoles enfrentan varios desafíos específicos en el contexto de la Agenda 2030 y la nueva PAC.
Por un lado encontramos desafíos para con el Cambio Climático y los recursos hídricos. España es particularmente vulnerable al cambio climático, con regiones que ya experimentan sequías severas. La gestión del agua es crucial, y las políticas deben enfocarse en la eficiencia del uso del agua y la implementación de tecnologías de riego sostenibles.
La competitividad y el rendimiento económico es un desafío crucial de cara a la preservación del emprendimiento. La reducción en el uso de pesticidas y fertilizantes puede disminuir los rendimientos a corto plazo, afectando la competitividad de los agricultores españoles en el mercado global. Esto requiere un apoyo financiero y técnico significativo para adoptar prácticas más sostenibles sin sacrificar la productividad.
En pleno siglo XXI no podemos hablar de innovación sin hablar de digitalización y modernización. La digitalización promete mejorar la eficiencia y sostenibilidad de la agricultura, pero muchos agricultores, especialmente los de edad avanzada, encuentran difícil adoptar nuevas tecnologías. Programas de capacitación y asistencia técnica son esenciales para facilitar esta transición.
El acceso a los mercados. La globalización ha abierto nuevos mercados, pero también ha aumentado la competencia. Los agricultores españoles deben cumplir con estándares internacionales cada vez más estrictos, lo que puede ser costoso y complicado.
Iniciativas y Soluciones Propuestas
Para abordar estos desafíos, se han implementado diversas iniciativas a nivel nacional y europeo:
1. Planes Estratégicos Nacionales: Cada Estado miembro de la UE, incluida España, debe desarrollar un Plan Estratégico Nacional que detalle cómo se implementarán los objetivos de la PAC a nivel local. Estos planes deben ser aprobados por la Comisión Europea y deben alinearse con los objetivos del Pacto Verde Europeo.
2. Fondos y Subvenciones: La UE ha asignado fondos significativos para apoyar la transición hacia una agricultura más sostenible. Esto incluye subsidios para prácticas agrícolas ecológicas, inversiones en infraestructuras de riego eficiente y programas de digitalización.
3. Formación y Capacitación: Programas de formación específicos para agricultores se están desarrollando para mejorar las competencias en el uso de nuevas tecnologías y prácticas sostenibles. En España, organizaciones como el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA) son pioneros en la provisión de estos recursos.
4. Cooperación y Redes: La creación de redes de cooperación entre agricultores, investigadores y autoridades locales es fundamental. Estas redes facilitan el intercambio de conocimientos y experiencias, promoviendo prácticas innovadoras y sostenibles.
Impacto en los Agricultores Europeos
Los agricultores en otras partes de Europa enfrentan desafíos similares pero también presentan realidades únicas basadas en sus contextos geográficos y económicos.
1. Alemania y Francia: Estos países han adoptado políticas ambiciosas para la agricultura orgánica y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, los agricultores también luchan con los altos costos de producción y la competencia internacional.
2. Europa del Este: Los agricultores en países como Polonia y Rumania tienen menos recursos para invertir en tecnologías avanzadas y sostenibles. La modernización de la agricultura en estas regiones requiere un apoyo más significativo de la UE.
3. Países Nórdicos: En países como Suecia y Finlandia, la agricultura enfrenta desafíos relacionados con el clima frío y la corta temporada de crecimiento. Estos países están innovando en la agricultura de invernadero y la producción sostenible de alimentos bajo condiciones extremas.
Perspectivas Futuras
El futuro de la agricultura europea estará marcado por la capacidad de los agricultores para adaptarse a las demandas de sostenibilidad mientras se mantienen económicamente viables. Algunas tendencias y perspectivas incluyen:
En primer lugar la Innovación Tecnológica. La adopción de tecnologías como la agricultura de precisión, drones y sistemas de información geográfica permitirá una gestión más eficiente de los recursos. Además generará una reducción del impacto ambiental.
También se debe tener en cuenta la Agricultura Regenerativa. Esta práctica, que busca restaurar y mejorar la salud del suelo, está ganando popularidad. Por ello, la agricultura regenerativa además de sostenible, incrementa la productividad a largo plazo.
Por otro lado se debe fomentar la creación de cadenas de suministro más cortas y transparentes, ya que puede ser beneficioso para los agricultores y los consumidores. Los mercados locales y las cooperativas están en auge, ofreciendo a los agricultores una mayor parte del valor añadido.
Por último, hay que añadir las políticas inclusivas y participativas. La formulación de políticas agrarias debe ser inclusiva y participativa, involucrando a los agricultores en el proceso de toma de decisiones. Esto asegura que las políticas reflejen las realidades y necesidades del terreno.
Equilibrio entre sostenibilidad y productividad
Las políticas agrarias europeas y la Agenda 2030 presentan un conjunto complejo de desafíos y oportunidades para los agricultores en España y en toda Europa. La transición hacia una agricultura más sostenible es inevitable y necesaria para asegurar la seguridad alimentaria y la salud del planeta. Sin embargo, esta transición debe ser gestionada cuidadosamente, proporcionando el apoyo necesario a los agricultores. Con la cooperación adecuada entre gobiernos, agricultores y la sociedad en general, es posible lograr un equilibrio entre la sostenibilidad y la productividad, esto se traduce en un futuro próspero para la agricultura europea.