Aya, significa milagro en árabe. Es el nombre de la recién nacida rescatada con vida de los escombros en la ciudad de Jindris, el pasado viernes 10 de febrero tras el terremoto producido en Turquía el día 6.  

De entre todas las historias que nos han dejado para compartir los sismos de Turquía y Siria, destaca la de Aya, quien días después del siniestro fue encontrada con vida. “La llamamos Aya para dejar de llamarla recién nacida», contaba Hani Marouf, uno de los pediatras que vigila a la pequeña en la incubadora.

Tiene tan solo unos días de vida y fue encontrada todavía con el cordón umbilical. Los cuerpos especiales dictaminaron que el nacimiento se produjo después del terremoto, en mitad de los escombros. Su casa había quedado destruida por la potencia del terremoto de 7.8 grados, causando la pérdida de su madre y de todos sus familiares.

Esto ha causado que mucha gente se interese por adoptar, incluida a Aya, quién ha recibido miles de peticiones de adopción en las últimas 48 horas. El doctor a cargo de ella, Attiah, declaró: “No permitiré que nadie la adopte ahora. Hasta que vuelva su familia lejana la tratare como a uno de los míos”. La bebé ya ha sido trasladada a un lugar seguro por miedo a ser víctima de un secuestro o de una adopción fraudulenta.

Mientras se siguen recuperando cadáveres, no se sabe con exactitud cuantas personas siguen atrapadas bajo los escombros, el número de víctimas asciende ya a los 42.000. Aldeas Infantiles SOS informa que el número de niños huérfanos tras los sismos asciende a más de un millar.