Ayudando a nacer

Una reunión. Un grupo de amigas. Una idea. Mil ganas de llevarla a cabo. Así comenzó Red Madre en Aragón. Por aquel entonces ni Pilar Lahuerta ni Ana Mecereyes se imaginaban que iban a ser presienta y vicepresidenta de una fundación que tiene sedes a nivel nacional. “En aquella cena nos informaron de que querían abrir una asociación aquí en Zaragoza”, recuerda Pilar. En el 2007 se abrió la primera asociación en Madrid, ahora ya son 40 por toda España.

La primera presidenta en Aragón fue Marta Moret en 2010. Cuatro años después, Pilar tomó las riendas: “Era un tema que me interesaba. De toda la vida había pensado que si yo me dedicaba al voluntariado sería para ayudar a madres con dificultades”. Ana también es voluntaria desde el principio: “Nos propusieron en aquella reunión que si queríamos formar parte de esto. El primer año fue duro, pero vimos que aquí en Zaragoza también teníamos un motivo por el que ayudar”.

Comenzaron sin sede y siendo muy pocas. Pero poco a poco la asociación ha ido tomando forma. Ahora, tienen un pequeño bajo en la Avenida Cesar Augusto de Zaragoza, y han podido diversificarse a Teruel por el momento. Allí, atienden a las personas que acuden en busca de su ayuda: mujeres que necesitan un acompañamiento en su embarazo, ayuda psicológica, jurídica, padres primerizos… En definitiva, futuros padres con dificultades. Además, cuentan con una extensa red de voluntarios. Desde psicólogos y ginecólogos, hasta los que se encargan de conseguir ropa, comida o pañales.

El proceso en Red Madre es sencillo: desde que una persona se pone en contacto con la asociación se le asigna un acompañante. Ana señala que “muchas veces solo es escucharlas, ellas vienen pidiendo un acompañamiento”. La mayoría de las mujeres que acuden viven en entornos hostiles y el embarazo les ha llegado en un mal momento.  “Ellas solo oyen negaciones: que vas a hacer con este niño, que no tienes trabajo, que no tienes dinero, eres muy joven… entonces a ella solo le llegan cosas negativas. Aquí nada más llegar les damos la enhorabuena y palabras de aliento”, añade. Después, estudian el caso, buscan soluciones, atienden a sus demandas… todo para que puedan tener la vida más cómoda posible.

Pilar explica un caso en el que una mujer se puso en contacto con ella por correo: “Tenía una situación muy complicada: era extranjera, no tenía papeles, y podía perder su trabajo si continuaba con su embarazo”. Desde que Pilar leyó el correo, estuvo llamándola hasta que pudo ponerse en contacto con ella. Sin embargo, ella estaba decidida a abortar, y cuando escribió “clínica de aborto” en internet le apareció la página de Red Madre. Pudo leer en ella testimonios de otras mujeres que se encontraban en su misma situación. “Al final, encontró un apoyo en nosotras y ahora tiene un bebé precioso”, recuerda Pilar con una sonrisa.

El lema de Red Madre es “Nunca estarás sola”. Pilar indica que Red madre “surgió porque en la sociedad se vio que había una carencia muy grande de apoyo a la maternidad”. Según sus estadísticas, 9 de cada 10 mujeres que van a visitarles sigue adelante con el embarazo. Ese apoyo se produce desde el primer minuto: “a nada que las alientas, que tienen un hombro, deciden seguir. Y después te lo agradecen”.

Ambas confiesan que nunca creían que se iban a dedicar al voluntariado, pero que sin duda sólo con ver el resultado vale la pena. “Cuando una mujer viene pidiendo ayuda, te das cuenta de lo fácil que lo has tenido tú. En mi caso sí tuve una estabilidad, un hogar, un apoyo. Sin embargo ellas lo tienen muy difícil, están solas”, explica Ana. Todas ellas tienen algo en común: dudas. “Al principio vienen con una sensación de angustia, pero luego se transforma en alegría, en felicidad y en fuerza por ese hijo”, concluye.

 

 

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