Eduardo Roca es un sacerdote misionero de Mequinenza. Pertenece a la diócesis de Zaragoza y desde que se ordenó sacerdote ha desempeñado labores solidarias en África, concretamente en Angola y en Mozambique.
Eduardo pertenece a la Iglesia Católica, su principal labor es la de evangelizar, llevar el cristianismo a lugares como África en los que el 90% de la población es musulmana. A parte de todo ello, contribuye a educar, enseñar y formar a muchos africanos que hasta día de hoy no tenían la posibilidad de ser educados en una escuela. A Roca le ha tocado vivir momentos muy complicados desde que comenzó con su solidaria labor.
“África es un país muy complicado, no es fácil desempeñar labores de solidaridad, hay miseria y guerra e incluso los que trabajamos para ayudar a los africanos podemos ser perseguidos”, afirma Eduardo, quien sostiene también, que ha habido momentos en los que ha tenido que esconderse de bombardeos e incluso pasar el miedo de ser perseguido.
Pese a todo ello, nada ha impedido a Roca seguir con su labor, luchar por educar y dispensar de necesidades básicas a todas aquellas personas que carecen de recursos.
Con el paso del tiempo, Eduardo ha ido logrando objetivos y cumpliendo labores que han contribuido notoriamente a mejorar la vida de muchas personas, y es que hoy día, Eduardo ya dispone en África de un centro de salud y dos escuelas, ayudando así, a la integración social y atención de personas necesitadas en África. Roca ha conseguido crear una escuela para niños discapacitados. A parte, también es fundador, junto con más compañeros suyos, de una ONG llamada “Angogerma”, que colabora con “cáritas” y “manos unidas”, pero su labor se mantiene al margen de estas.
Otra de sus más importantes labores dentro del mundo de la solidaridad y del voluntariado es la de actuar como mediador entre el Ayuntamiento de Mequinenza (Zaragoza) y las regiones africanas en las que él reside, ya que cada verano el citado Ayuntamiento, de su población natal, destina ayudas económicas para colaborar socialmente con las necesidades en África y Eduardo actúa como mediador del proceso. El pasado verano ya consiguió reunir más de 4000 euros procedentes de su localidad y en junio de 2015, el ayuntamiento le dispensó con 3500 euros que fueron destinados a la construcción y mejora de una escuela en Mozambique.
Roca siempre ha sentido que su labor está ahí, en ayudar a quién realmente está necesitado, él es sacerdote pero desde que se inició en el mundo del catolicismo decidió dedicar su vida al mundo de las misiones y según afirma, muchas veces se ha sentido débil en el momento de desempeñar labores como las que realiza, pero el ver tanta miseria y tanta necesidad en el tercer mundo le confirman que realmente su sitio está allí. Es por eso que pasa la mayor parte del año en Mozambique y la diócesis le dispensa con seguridad social y algún que otro aporte económico para cubrir sus gastos y necesidades básicas.