José Antonio Ruíz García, licenciado en Administración y Dirección de Empresas (ADE), preside, en la actualidad, la ONG Kumara, organización dedicada al desarrollo sostenible en zonas más desfavorecidas. Nos ha concedió una entrevista para profundizar y conocer mejor los objetivos y el bagaje de Kumara como símbolo de la cooperación para el desarrollo.
P: Antes de adentrarnos en las preguntas, me encantaría que nos brindara una visión general sobre su papel en la Fundación KUMARA y qué le empujó a involucrarse en un proyecto de este tipo.
P: La esencia de su actividad es la Cooperación Internacional para el desarrollo, la lucha contra las desigualdades y la pobreza. ¿Se han planteado en algún momento llevar a cabo la consecución de esos objetivos en el ámbito nacional?
R: Sí, lo que ocurre es que ya hay muchas asociaciones que se encargan de esto, o sea, son las de acción social.
Las ONG de acción social son las que se encargan de solucionar todos estos problemas que también los tenemos, problemas no tan graves como hay por allí, porque, quieras o no, a veces este comentario sí que sale muchas veces y este debate, qué ocurre, que en España tenemos muchas necesidades, pero claro, no son comparables, aquí te pones enfermo y vas a la Seguridad Social. Allí el no poder comprarte un medicamento supone la muerte, a nosotros, el hermano de nuestro socio local murió.
No nos enteramos de que no pudo pagar la medicina y se murió, o sea, las cosas son así de dramáticas allí, y luego aquí también, la estructura familiar, la forma en que funcionamos supone que sí hay grandes necesidades, pero no se pueden comparar, desde luego.
P: ¿Cuál ha sido, desde su constitución, la trayectoria de Kumara?
P: ¿Con qué organismos públicos y con qué entidades privadas colabora la Fundación?
R: Nosotros tenemos la forma de funcionar, es que tenemos unos 200 socios, somos una ONG pequeñita, socios que pagan una cuota y luego tenemos padrinos y madrinas también para una casa de acogida que tenemos en Nepal y unas becas que tenemos también para que estudien las chicas.
Con estos socios conseguimos unos poquitos fondos, muy pocos, pero luego si queremos hacer grandes proyectos, presentamos proyectos al Gobierno de Aragón, al Ayuntamiento de Zaragoza, ayuntamientos de pueblos. Presentamos a varios sitios en las convocatorias.
Esto, ahora ya se ha fastidiado bastante, porque para que te hagas una idea, el Gobierno de Aragón ha rebajado un 90% sus aportaciones para la cooperación al desarrollo.
Antes tenían 6 millones y pico y ahora han pasado un millón y con la promesa de que quizá desaparezca la actual configuración de los gobiernos tanto municipales como de Comunidades Autónomas, pues es que no entienden la cooperación al desarrollo y no ven que realmente es importantísimo.
Entonces van suprimiendo y ahora van a ser más difícil conseguir subvenciones.
P: Puesto que su sede social está en Zaragoza, ¿Cómo se involucran en la práctica las autoridades locales y autonómicas en su actividad, es decir, en el desarrollo de sus proyectos?
P: ¿Tienen planificada la apertura de nuevos centros en otras partes del mundo?
R: No, porque claro, como desaparece la cooperación está desapareciendo ahora mismo es muy difícil que se puedan hacer nuevas cosas, nuevos proyectos.
Nosotros vamos a seguir simplemente con nuestros socios, vamos a poder mantener un orfanato que tenemos en Nepal y unas becas para niñas en India.
Los dos proyectos que podemos seguir y luego intentaremos, pues, a ver si algún ayuntamiento pequeñito saca alguna subvención, alguno que esté gobernado por la izquierda, que no estén por el PP o por Vox que están en contra de la cooperación al desarrollo, entonces sí que conseguimos meter pequeños proyectos, pero grandes proyectos cada vez es más difícil.
P: ¿Cree que la sociedad está lo suficientemente informada sobre los proyectos que tiene Kumara y aquellos que tienen planificado realizar?
R: No, yo creo que no, y eso es lo que hemos intentado hacer siempre con la educación para el desarrollo.
Con eso siempre intentamos explicar a los ciudadanos aragoneses en que se destina su dinero, a qué se destinan los proyectos y que cosas se hacen porque ocurre lo que tú me decías antes no, bueno, pero si hay muchas cosas aquí para hacer porque hay que hacerlas fuera, ¿no?
Entonces, bueno hay que convencer de que no se puede ni comparar necesidades allá de las necesidades aquí. Fíjate, por ejemplo, con el COVID, que nos afectó a todo el mundo y todo el mundo ha muerto y todo el mundo ha enfermado. Este es en el primer mundo, en el segundo o el tercero, pero allí, se nos dio un problema y era que cuando trabajan, allí trabajan al día, cobran 1€ más o menos al día y con eso viven. Con el COVID, no pueden salir de casa, los metieron en casa, entonces no podían trabajar y no comían. Ya decían, me da igual enfermar, pero es que no, mi familia no come.
Entonces se planteaba un problema añadido de poder subsistir, y por eso nosotros les preparamos unos lotes y conseguimos subvención y los enviamos para allá, pues lotes que tenían arroz, harina, legumbres, una serie de cosas para que la familia aguantara 15 días sin salir de casa. Fíjate qué problema añadido al COVID, el morir de hambre, y salían a trabajar y dicen, mira, me da igual contagiarme, pero yo necesito que coma mi familia.
Por eso que los problemas allá son muchísimo más gordos de los que nosotros nos imaginamos, y eso es bueno que lo conozca la sociedad y por eso hacemos la educación para el desarrollo, pero no se conoce mucho.
P: Para finalizar, la última pregunta, ¿piensa que habría que concienciar de una manera más directa a la sociedad desde la infancia para que organizaciones como la suya fuesen más reconocidas y, por lo tanto, más apoyadas en su actividad?
R: Sí, la verdad es que eso sí que sería muy importante porque comentabas antes, cómo conseguimos la financiación y en muy pocos casos se consiguen de empresas pues, la Caixa sí que nos aporta alguna subvención e Ibercaja también, la Fundación CAI, un poco son las 3 instituciones, el resto todavía lo tiene muy poco claro, sobre todo cuando hay desgravaciones fiscales que eso sí que está bien, que podrían aprovecharse de ellas, pero si es bueno concienciar porque ese sector, el sector de las empresas, todavía participa poco en la cooperación.