Guillermo Lacaste, graduado en Derecho, Administración y Dirección de Empresas (DADE), comparte su compromiso sobre los casos de violencia filio-parental. En esta entrevista exclusiva, Lacaste revela sus perspectivas únicas y propuestas para abordar este sensible tema, desde los ojos de un futuro abogado.
Pregunta: Metiéndonos un poco más en lo que es materia, ¿cuáles son las leyes o en este caso regulaciones que existen en España para este tipo de casos, para los casos de violencia filio-parental?
P: En este caso, hablando un poco de los procedimientos para denunciar, ¿cómo es un procedimiento para denunciar un caso de violencia filio-parental?
R: “En sí hay que distinguir las dos facetas. Hay dos clases de procesos que se pueden desarrollar. Por un lado, tenemos la denuncia y por el otro la querella. Querella es constituirse como una parte procesal, quiero decir, entrar en el juicio, por así decirlo, y en cambio, si tú denuncias, no te querellas, entonces no eres parte procesal. Hay que distinguir ambas cosas, pero en sí el proceso de denuncia es bastante sencillo. La víctima generalmente tenemos que tener en cuenta el contexto familiar. Cómo se produce en un contexto familiar, esa víctima que suele ser menor de edad no tiene medios para acudir a la comisaría, que es donde se denuncia. Entonces hay cierta dificultad ahí porque claro, tiene que contárselo a alguien digamos. Se ve ahí involucrado el núcleo familiar en un proceso que va a ser largo, que va a ser tedioso y que sobre todo va a durar varios meses y va a suponer un sufrimiento para las víctimas. Es lo que pretende evitar la ley un poco”.
P: En estos casos, que se intenta proteger más a la víctima, se intenta proteger al menor, ¿qué es lo que se protege más en los casos de violencia filio-parental?
P: ¿Qué medidas cautelares existen para los casos de violencia filio-parental?
R: “En la ley existen varias medidas cautelares que incluyen la separación de la víctima del núcleo familiar en el que se ha producido el supuesto crimen, pero sobre todo lo que existe son medidas, digamos, antes del juicio, durante y después, sobre todo, hay que ver lo que dice la sentencia, el fallo del juez. Y evidentemente la mayoría de las situaciones de este caso que se dan por probadas y llegan al proceso al final, concluyen en sentencias de varios años de cárcel. Generalmente estamos rondando unos cuatro, cuatro y medio en ese rango. Sería la pena mínima es de 4 a 6 por este tipo de agresiones”.
P: ¿Cómo pueden los abogados especializados en derecho familiar colaborar con profesionales como trabajadores sociales o psicólogos para abordar eficazmente los casos de violencia filio-parental?
R: “Esto fue una pregunta que ya se hizo en su momento e incluso en el sistema judicial se prevén ya ciertas maneras de colaborar con estos profesionales, como es evidente el juez no puede ser experto en todas las materias, entonces recurre a la seguridad social y a otros profesionales para asesorarse durante el juicio. Quizás si el juez considera que es lo suficientemente maduro como para escuchar al menor también, trata de escucharlo él, pero si considera que debería estar en un ambiente más controlado lo hacen estos profesionales de la salud mental y otras cuestiones digamos de sanidad”.
P: ¿Cuáles son los desafíos más comunes a los que se enfrentan las víctimas en este caso al pedir digamos justicia o asesoramiento legal en casos de violencia filio-parental?
R: “Creo que las víctimas, el desafío que se enfrentan es sobre todo a denunciarlo, no tanto a que se crea quizás, sino más a contarlo a su núcleo familiar, porque al final es su padre o su madre la que le está pegando y contarlo a otros resulta complicado para ellos. Generalmente también suelen ser menores de edad, lo cual tampoco ayuda en su desarrollo y hay que seguir muy de cerca los procedimientos, tanto en la parte procesal como en la parte emocional”.
P: Como opinión más personal, ¿a qué problemas se enfrentan los abogados en este tipo de casos?
P: En este tipo de casos, ¿existen más dificultades de las que aparentan?
R: “No sabría que decirte. Yo creo que es una cosa que se podría intuir desde fuera. Todo el mundo ve en el contexto que se desarrolla, que generalmente suelen ser víctimas de una corta edad. También, podemos intuir que la familia va a presentar otros problemas, que va a interceder en el caso a favor de unos, a favor de otros, sin embargo, puede ser que quizás esa parte emocional que te toca más, porque tienes que interactuar con las víctimas, tratas más con ellas, preguntas, ves cómo les ha afectado la situación y resultado duro.”
P: Como última pregunta, como futuro abogado ¿serías capaz de llevar un caso de violencia filio-parental?