El arte es capaz de conseguir que una pared blanca termine narrando una historia. Esto no resulta algo nuevo para nadie, ya que todo el mundo ha visto murales o grafitis en la calle, pero cuando este arte ocurre dentro de un hospital, significa mucho para las personas que lo habitan. Alrededor de 100 habitaciones y espacios comunes de hospitales aragoneses forman parte de esta historia gracias a Believe in Art.
Believe in Art es una organización sin animo de lucro creada en 2013, por Beatriz Lucea Valero y María Luisa Grau Tello, con la intención de vincular el arte y la salud mejorando los espacios hospitalarios a través del arte. En estos ocho años, la ONG ha humanizado estos lugares, además de hacer talleres para mejorar la calidad del tiempo libre de los pacientes con un espacio creativo y otros proyectos fuera de hospitales como en colegios o museos para que Believe in Art llegue más lejos. Sin embargo, ¿para qué sirve introducir el arte en estos espacios? ¿Qué importancia tiene el arte para las personas hospitalizadas?
Según Guillen Tiestos, terapeuta artístico, “no seríamos lo que somos si el arte no hubiera estado presente desde el inicio de los tiempos”. El arte es una forma de expresión que aporta una mejora en la comunicación, aumenta la autoestima, fomenta la creatividad, etc. y por ello, es una vía para mejorar nuestra salud. Partiendo de esta base, nace la arteterapia. De acuerdo con Tiestos, la arteterapia “es una metodología de intervención terapéutica que tiene la finalidad de utilizar los recursos artísticos para que los pacientes puedan expresarse de alguna forma, que tengan vías donde puedan plasmar y dar forma cuestiones que en ocasiones son difíciles de decir con palabras”.
El arte y su efecto terapéutico
Dentro de este tipo de terapia, que el paciente dibuje, pinte, cante, es vital, pero ver arte también es fundamental. Guillen Tiestos sostiene que él en alguna de sus sesiones trabaja con cuadros conocidos por todos o con ilustraciones que muestran situaciones concretas. Este tipo de imágenes “pueden también ser un tipo de vía para dar forma de alguna manera a lo que está sintiendo el paciente”. De esta manera, aunque los murales que hace Believe in Art no son parte de un proceso terapéutico, ayudan a hacer un acompañamiento al paciente.
Este acompañamiento tiene mucho que ver con el estado de ánimo de la persona hospitalizada. Patricia Ramírez, psicóloga clínica, sostiene que “hay que cuidar de las emociones de los pacientes y una manera de cuidarlas puede ser a través del arte”. Esto es así porque hay una conexión entre las emociones y nuestra salud física y mental, por lo que “si conseguimos que un paciente se encuentre optimista, relajado y con esperanza, va a afectar positivamente a la evolución en su enfermedad”, declara Ramírez.
Aunque un dibujo en una pared pueda parecer insignificante, existe una relación directa entre el ambiente y cómo este afecta a la conducta y a las emociones. Según Patricia Ramírez, “nos afectan los colores, la disposición de los muebles, la cantidad que haya en un espacio, etc. Por eso hay que saber que colores afectan de una manera o de otra, como distribuir los espacios para que la gente se sienta cómoda, saber que los lugares muy recargados y pequeños nos generan sensación de agobio, que incluso la temperatura también tiene que ver con como nos sentimos…
Familia, un pilar fundamental
Cuando hablamos de los niños todo esto se magnifica, ellos viven de otra manera el arte, “es importantísimo porque se les está privando de una parte muy importante de su vida que son sus rutinas, su juego, sus amigos, el ocio… cualquier elemento que podamos introducir es un regalo”, declara Ramírez.
A la vez, el ánimo del familiar puede repercutir en el paciente de manera que si este se muestra nervioso, el enfermo puede pensar que está peor de lo que esta y más si hablamos de niños. Según la psicóloga clínica Patricia Ramírez, “a los que están encamados en un hospital hay que transmitirles serenidad, optimismo, mucha clama, trabajar con ellos la paciencia”. Los hospitales suelen ser sitios incómodos para todo el mundo, sobre todo cuando se visitan para largas estancias.
Uno de los mayores estresores para estos familiares o cuidadores es acudir al hospital todos los días porque tienen que cambiar su rutina diaria. “Entonces si tu creas un espacio para que los cuidadores y las familias se encuentren mejor, tu imagínate a una madre que tiene un hijo hospitalizado con larga estancia, que puede teletrabajar y que se puede llevar allí el ordenador, no tiene que renunciar a su trabajo mientras puede atender o acompañar a su hijo, pues la verdad que esto es de enorme valor para todo el sistema de la familia”, declara Ramírez.
Por estas razones, introducir arte en el diseño de interiores dentro del ámbito terapéutico es importante, es el comienzo de un ciclo que mejora el ánimo de familiares, pacientes e incluso personal sanitario que produce que haya una mayor predisposición del enfermo a seguir su tratamiento. Esta es la labor que cumple la organización sin ánimo de lucro, Believe in Art y que, de momento, es la única que tiene un proyecto de tal magnitud en la sanidad pública en España.