La mirada de un voluntario: ¿quién ayuda a quién? (primera mesa redonda)

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Los primeros invitados insistieron en el papel que juegan los voluntarios en la sociedad actual. Fotografía: Javier Alfranca.

La primera mesa redonda echaba a rodar con Alba Aznar como moderadora y con los siguientes protagonistas: Eduardo Roca Oliver sacerdote y misionero,  Bárbara Crespo Pinilla voluntaria de ARAPRODE y los voluntarios de BOKATAS, Alberto Martínez y Berta López.

Esta mesa trataba por medio de diferentes opiniones y experiencias buscar respuestas a cuestiones como ¿Qué es ser voluntario? ¿Qué implica la labor del voluntariado?,… ya que en una sociedad cada vez más egoísta, cabe destacar las labores de los voluntarios que de una manera desinteresada, de una forma altruista optan por tener menos tiempo de ocio para ayudar a otras personas.

Alberto Martínez  afirmaba: «el voluntariado implica compromiso, se debe llevar como una actividad más en tu día a día, como el trabajar o ir a la universidad. Es decir, el ser voluntario no es realizar una ayuda esporádica de una manera puntual.»

El joven voluntario insistía que el concepto general que tiene la población acerca de ser voluntario es el implicarse de una manera ocasional, ayudas sueltas. Y de esa manera, no se llegaría a todas aquellas personas que a día de hoy están prestando ayuda.

Por otra parte, su compañera Berta López aseguraba que «es totalmente imprescindible tener una cierta organización en la entidad formada por voluntarios. La planificación es fundamental para este tipo de entidades si quieren asentarse como una asociación reconocida y duradera en el tiempo.» Y también aludía que cada persona nueva que llega a la organización, para formar parte del equipo de voluntarios, debe saber que no puede ser voluntario por un día y dejarlo, porque conlleva una responsabilidad y una implicación mínima imprescindible para formar la entidad.

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La afluencia de público provocó que la sala estuviera con un aforo completo. Fotografía: Javier Alfranca.

Bárbara Crespo destacaba que un ejercicio como el voluntariado no siempre es una vocación, porque muchas las personas que se embarcan en organizaciones de este carácter se dan cuenta de la importancia que tiene su labor. Ya no es que uno mismo se vaya contento a casa por su colaboración con los demás, sino que esas personas que les tienden la mano resultan ser los primeros en agradecer la ayuda prestada.

Aunque realmente el puesto de voluntario implica una circunstancia imprescindible, comentaba Eduardo Roca. En la sociedad que nos desenvolvemos día a día se puede apreciar que no es suficiente la involucración que hay en la gran mayoría de la población, para conseguir esas mejoras que se tratan  conseguir por parte de estas asociaciones existentes. «El voluntario tiene que dejar esa zona de confort en la que se mueve diariamente, dejar a un lado los tapujos, para dar un paso adelante e iniciarse en la vía del voluntariado».

Actualmente el ser voluntario no resulta complicado, muchas alternativas son las que uno puede escoger para informarse y adentrarse en un mundo que pretende ser más solidario.

 

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