Las jornadas «Voluntariado: el arte de pasar a la acción» se desarrollaron durante la mañana del 15 de diciembre en el Patio de la Infanta. El evento se dividió en dos mesas temáticas en las que participaron asociaciones como Red Madre, Adampi y Araprode.
La primera de ellas, desarrollada bajo el título «La mirada de un voluntario: ¿quién ayuda a quién?» echaba a rodar con Alba Aznar como moderadora y con los siguientes protagonistas: Eduardo Roca Oliver, sacerdote y misionero; Bárbara Crespo Pinilla, voluntaria de ARAPRODE y los voluntarios de BOKATAS, Alberto Martínez y Berta López.
Esta mesa trataba por medio de diferentes opiniones y experiencias buscar respuestas a cuestiones como ¿Qué es ser voluntario? ¿Qué implica la labor del voluntariado?,… ya que en una sociedad cada vez más egoísta, cabe destacar las labores de los voluntarios que de una manera desinteresada, de una forma altruista optan por tener menos tiempo de ocio para ayudar a otras personas.
Alberto Martínez afirmaba: «el voluntariado implica compromiso, se debe llevar como una actividad más en tu día a día, como el trabajar o ir a la universidad. Es decir, el ser voluntario no es realizar una ayuda esporádica de una manera puntual.” El joven voluntario insistía que el concepto general que tiene la población acerca de ser voluntario es el implicarse de una manera ocasional, ayudas sueltas. Y de esa manera, no se llegaría a todas aquellas personas que a día de hoy están prestando ayuda.
Por otra parte, su compañera Berta López aseguraba que «es totalmente imprescindible tener una cierta organización en la entidad formada por voluntarios. La planificación es fundamental para este tipo de entidades si quieren asentarse como una asociación reconocida y duradera en el tiempo.» Y también aludía que cada persona nueva que llega a la organización, para formar parte del equipo de voluntarios, debe saber que no puede ser voluntario por un día y dejarlo, porque conlleva una responsabilidad y una implicación mínima imprescindible para formar la entidad.
Bárbara Crespo destacaba que un ejercicio como el voluntariado no siempre es una vocación, porque muchas las personas que se embarcan en organizaciones de este carácter se dan cuenta de la importancia que tiene su labor. Ya no es que uno mismo se vaya contento a casa por su colaboración con los demás, sino que esas personas que les tienden la mano resultan ser los primeros en agradecer la ayuda prestada.
Aunque realmente el puesto de voluntario implica una circunstancia imprescindible, comentaba Eduardo Roca. En la sociedad que nos desenvolvemos día a día se puede apreciar que no es suficiente la involucración que hay en la gran mayoría de la población, para conseguir esas mejoras que se tratan conseguir por parte de estas asociaciones existentes. «El voluntario tiene que dejar esa zona de confort en la que se mueve diariamente, dejar a un lado los tapujos, para dar un paso adelante e iniciarse en la vía del voluntariado”.
La segunda mesa, «Organizaciones solidarias: experiencias», se ha comentado el trabajo que hay detrás de la labor solidaria de estas entidades, los protocolos y procedimientos que tiene que realizar cada entidad para poder llevar a cabo las labores de voluntariado. Contó con la presencia de las asociaciones Adampi, Araprode y Red Madre.
Pilar Lahuerta, presidenta de Red Madre, señaló que hay que “fijarse en el interior, en la bondad de las personas, la mayoría tenemos algo dentro que nos empuja a ayudar. La ayuda de un voluntario es vital para asociaciones grandes y pequeñas”. Actualmente la acción del voluntariado no resulta complicado, ya que existen muchas alternativas para informarse y adentrarse en un mundo que pretende ser más solidario.
En la mesa de clausura, moderada por el profesor de la USJ Víctor Manuel Pérez, han participado Nuria Berenjeno (Obra Social Ibercaja), Luis Miguel Carrasco (Grupo San Valero), y Enrique Uldemolins (Universidad San Jorge).