Believe in art es una ONG aragonesa que lleva el arte a los hospitales para expresar y dar color a lugares donde todo parece gris. En esta ecuación entran María Luisa Grau, Marisa Vela y Beatriz Lucea. Beatriz Lucea es una de las cofundadoras de Believe in art, licenciada en Historia del Arte, museóloga y ganadora del Premio Mujeres Empresarias de Aragón a la Trayectoria Profesional. Desde el despacho de su casa y con la cámara web encendida, pudimos disfrutar del largo recorrido que ha llevado junto a su ONG y las maravillosas intervenciones que han y están llevando a cabo.
La primera pregunta fue sencilla para poder ir poco a poco entrando en contexto. El nacimiento de Believe in art era algo que yo tenía relativamente reciente -y supongo que Beatriz también- porque hace no mucho me respondió a esa misma pregunta en una entrevista. Con prácticamente las mismas palabras, contó que su objetivo era normalizar el binomio arte y salud, algo que en países anglosajones es muy común. Comentó Beatriz que uno de los mayores fallos que cometieron al empezar fue “ser precavidas”. La ONG tuvo tan buena la acogida que empezaron desbordadas, “pensamos que la cosa iría mucho más despacio” y, todo lo contrario.
Cuando uno empieza desde cero es importante seguir siempre el mismo camino; marcarse unos objetivos para poco a poco ir creciendo, Believe in art los tenía claros desde el principio; llevar el arte a los espacios sanitarios y “desmitificar el hecho artístico”. “Somos muy conscientes que a mucha gente le cuesta entrar en un museo”, parecía algo que Beatriz tenía totalmente asumido. El arte a veces nos asusta porque creemos que no lo vamos a entender, pero no se trata de entenderlo, sino de disfrutarlo. Llevarlo a un sitio como un hospital es una gran jugada. Como bien explicaba Beatriz, nadie va a un hospital porque quiere, acercar el arte que a veces rehuimos a estos lugares ayudará a entenderlo y a disfrutarlo y que el tiempo que pasemos allí sea mucho más agradable.
Con el paso de los minutos, no tardamos en mencionar unos de las mayores intervenciones que Believe in art tiene entre manos; pintar la fachada del Hospital Materno Infantil de Zaragoza. “Llevamos casi 4 años diciéndoles a la Consejería de Sanidad que intervenir la fachada era necesario”, resaltó Beatriz. Hasta el momento, solo han podido intervenir dentro. Con un tono algo apenado, Beatriz resaltada la “dureza estética” del hospital ya que fue construido en los años 60/70; un edificio algo frío que puede hacer más complicado el ingreso de los niños en un hospital; Believe in art quiere un edificio que desde el principio te acoja. Ha sido mucho tiempo de reflexión, una decisión difícil y una gran responsabilidad para la ONG aragonesa. Después de tanta incertidumbre, Beatriz por fin podía decir “lo hemos conseguido”.
Believe in art vive rodeada de situaciones complicadas y a veces no es fácil lidiar con todos los sentimientos que cada intervención -proyecto- te hace sentir. Beatriz Lucea se ha enfrentado a muchas situaciones que en ocasiones le hacen pensar que su labor no sirve para nada, pero todo lo contrario. “Hay días que te planteas si vale la pena, pero luego te das cuenta de que sí”. Como cuando un niño que ha estado ingresado varias semanas al salir no dice que ha estado en un hospital, sino en un circo; como cuando una niña que lleva días en el hospital no se quiere ir porque le apetece seguir pintando con Believe in art. Todos esos detalles dejan atrás todo lo malo y “nos dan la vida”. “Nosotras queremos que los niños disfruten, esa es nuestra labor” y con esas palabras Beatriz definió el objetivo principal de la ONG. Como en la vida, hay momentos malos y momentos buenos, pero en labores como la de Believe in art, lo bueno es mil veces superior a lo malo.