Muchas veces pensamos que nuestra vida no es fácil, que nos ocurren desgracias a todas horas y que nos gustaría estar en la piel de otros para alcanzar la tan misteriosa felicidad. Pero no somos del todo conscientes de las numerosas realidades, vidas e historias que suceden a nuestro alrededor y, muchas veces, más cerca de lo que imaginamos. Y cuando hablo de realidades complicadas, me refiero concretamente a la que viven los niños diagnosticados de cáncer.
Ayer, los alumnos de periodismo de la Universidad San Jorge tuvimos un emocionante encuentro con esa realidad que no conocíamos con tanta profundidad. Manuel Serrano, presidente de la productora Tus Ojos 2030 y director de Aquí y ahora, vida (2022), presentó su película para nosotros y nos dio una lección de vital importancia: se puede encontrar la felicidad incluso en las situaciones más complicadas de la vida.
La película dirigida por Serrano nos guía a través de la realidad de varios niños diagnosticados con cáncer, en la que no solo vemos cómo se sienten ellos y cómo llevan la enfermedad en distintas situaciones, sino también el complicado sendero que deben tomar sus familias para acompañarlos en un periodo tan duro e injusto para estos niños. Todo esto se nos presentó a modo de ficción, narrando los distintos sucesos con un toque cinematográfico; no obstante, la película contaba con un acertado tramo en formato documental que nos traía el testimonio de familias reales que habían padecido de tener a un hijo con cáncer.
Hablando en nombre de mis compañeros de clase puedo afirmar que, al terminar la película, todos acabamos sintiéndonos muy sensibles, porque el mensaje y la alegría de esos niños que, a pesar de tener cáncer, eran capaces de sonreír y vivir felices, nos tocó de lleno.
Esta magnífica experiencia no acabó aquí, porque tras ver la película tuvimos la suerte de charlar con Manuel Serrano y preguntarle todas las dudas y cuestiones que nos surgieron al ver la película. Eso sí, como buenos estudiantes de periodismo que somos, no bastaba con sentarnos a charlar con él, sino que organizamos una sesión online a modo de entrevista en directo en la que pudiera intervenir quien quisiera con sus preguntas. Una buena forma de plasmar la realidad de ese momento.
Se nos pasó volando la hora que estuvimos planteando preguntas y conversando con Serrano sobre Aquí y ahora, vida, como si de un cine fórum se tratara. También ayudó no haber tenido problemas con la sesión online, ya se sabe que las cosas del directo nunca salen como uno las planea. En resumen, que todo salió a pedir de boca y puso el broche a una gran experiencia.
Pero ¿hubo algo más que trascendió a esas tres horas de experiencia? Si me lo preguntan a mí… ¡Por supuesto que sí! Tal y como he empezado a escribir, hasta ayer no me había parado a pensar en la realidad que viven esas otras personas que realmente están pasando por una peor situación que yo, no había comprendido el verdadero valor de ponerme en la piel de otro, de experimentar la vida de otra persona, de ser empático. Sin embargo, gracias a Aquí y ahora, vida, ayer comprendí cuán importante es tener empatía y saber comprender al prójimo gracias a la realidad que vi en esos niños, que por culpa de una enfermedad tan compleja como es el cáncer, no iban a tener las mismas facilidades que yo había tenido en mi infancia y que, de todas formas, eran capaces de sobrellevar la enfermedad y seguir adelante. Porque todo en esta vida se trata de poder ver la realidad, pero con nuestros propios ojos.