Tercera planta del hospital Infantil Miguel Servet de Zaragoza, un niño de apenas un año llorando en una camilla a punto de entrar a quirófano. A un lado dos médicos y al otro lado su lado su madre agarrándole de la mano llorando. Se despidió de él mientras lloraba, el padre la cogió de la mano para. Consolarla. Los médicos se llevaban al niño por el pasillo en la camilla y los padres abrazados se sentaron en una silla. Una imagen que me provocó muchos sentimientos, principalmente tristeza, ganas de ir a abrazar a esa madre desconsolada y decirle que todo iría bien. Seguidamente entré al aula hospitalaria con mi compañera María a realizarles una entrevista a Jesús, Alicia y Esther, los tres profesores que imparten clase allí a los niños hospitalizados.

Al entrar allí me invadió la alegría y la imagen que había visto hace tan solo unos minutos desapareció de mi mente por un rato. Allí todo era de colores los cuales te transmitían alegría.  Pensé que sería lo mismo que sentirían los niños al entrar allí, alegría y podrían olvidarse por un rato de su estado de “niños enfermos”. Les preguntamos a los profesores que era lo que sentían los niños en el aula y nos dijeron que alegría, felicidad y diversión. Que su principal finalidad era que sintieran los mismo que yo había sentido al entrar por la puerta. LOS NIÑOS EN EL AULA HOSPITALARIA – Ciberespacio (usj.es)

PROFESORES

A lo largo de la entrevista hubo muchas declaraciones de los profesores acerca de su experiencia que me impresionaron y me hicieron reflexionar sobre muchas cosas, pero una de ellas se me quedo clavada en la mente. Alicia dijo:

Ambos profesores afirmaron que trabajar en el aula era un trabajo muy gratificante, pero que cuando llegabas a tu casa te venían pensamientos de lo que había visto a lo largo del día y era muy duro. Aun así, a la larga aprendías a saber cómo gestionar esos pensamientos y emociones que te genera el aula.

Al llegar a mi casa reflexioné sobre el gran trabajo que realizaban estos profesores, mientras en mi mente seguía la imagen que había visto en el hospital esa misma mañana antes de entrar en el aula. Estos profesores realizan un trabajo ejemplar ya que trabajar con niños enfermos no es una tarea fácil. Tampoco lo es tenerse que enfrentar cada día a ver ese tipo de situaciones, ya que según comentaron en la entrevista, ellos son profesores como cualquier otro y no tienen ninguna especialización para trabajar en un hospital.

Durante la entrevista comentaron que ver que esos niños pasan un rato agradable y divirtiéndose para ellos es la mayor gratitud. Yo lo pensé y llegué a la conclusión de que para mí ese día ver a ese niño que había entrado a quirófano en su habitación con sus padres y feliz, después de que todo hubiese salido bien, hubiera sido algo maravilloso, con lo cual entendí lo que era para ellos esa gratitud.

ACTIVIDADES Y PROYECTOS

Estos profesores realizan multitud de actividades y proyectos para los niños. Todos ellos con grandes significados para que los niños se sientan motivados para realizarlos y valoren las pequeñas cosas de la vida.

Otro día, conversando con la profesora Esther para realizan un trabajo de la universidad, estábamos hablando de un proyecto que se está desarrollando actualmente en el aula que se llama “Lo que realmente importa”. En este proyecto los niños elaboran un corazón en el escriben que es lo que realmente importa para ellos. Esther explicó que muchos niños de un colegio normal siempre que hablas con ellos dicen: “que mal mañana cole, queremos vacaciones”. En el aula hospitalaria cuando un niño va al aula y se despide porque ya le han dado el aula, todos los niños le dicen que suerte ya vas a poder ir al colegio con tus amigos. Y esto es lo que quieren transmitir con este proyecto, a valorar las pequeñas cosas que no valoramos.

Para nosotros es algo normal, a lo que no le damos importancia. Por ejemplo, tomar un café con un amigo, o poder salir cada día a la calle. Pero al conocer la situación de estos niños, te das cuenta y aprendes a valorar las pequeñas cosas de la vida, los pequeños momentos. Te das cuenta que el simple hecho de salir a la calle cada día es algo muy valioso, porque hay gente que no puede hacerlo.

El aula está llena de juguetes y dibujos realizados por los niños. Los profesores comentaron durante la entrevista y a lo largo de todos los proyectos que he realizado con ellos, que intentan que las actividades sean creativas y lúdicas y que todas ellas tengo como finalidad divertir a los niños y una enseñanza de vida.

Trabajar con el Aula Hospitalaria ha sido algo maravilloso, me ha enseñado una realidad que no conocía. Me ha transmitido multitud de emociones. El trabajo que realizan estos profesores en un trabajo ejemplar. Después de conversar con ellos me ponía en su lugar y me daba cuenta del valor que tienen para hacer frente a tal realidad con una sonrisa cada día y con muchísima alegría. En la última actividad que realizamos con la profesora Esther me acuerdo que ella decía, yo desde que entró al aula  hasta que salgo tengo la palabra cariño en la boca, es ver a esos niños y ya te transmiten cariño, es imposible enfadarte con ellos, solo te sale darles mucho cariño y amor.

Un día en el aula tiene que ser maravilloso, aunque por las circunstancias de la pandemia no e tenido el placer de vivirlo, puedo imaginarlo gracias a lo que me han comentado los profesores. Cómo es un día en un aula hospitalaria – YouTube

Blog del aula: *Aula Hospitalaria Miguel Servet*