Estas últimas semanas, atípicas cuanto menos, han supuesto un gran parón en las actividades cotidianas de la población. Los habituales paseos matinales, los partidillos de fútbol domingueros, las excursiones en bicicleta y tantas otras actividades deportivas han tenido que ser sustituidas o, como mínimo, aplazadas. Sin embargo, podemos encontrar ideas tan originales como efectivas de quienes no han querido renunciar a su actividad física.
En este ámbito, el periodo de confinamiento ha afectado, en primer lugar, a los habituales deportistas que acostumbraban a practicar con cierta frecuencia determinada actividad física. Entre estos, el malestar provocado por la inactividad llevó a más de uno a buscar alternativas que pudiesen facilitar la práctica deportiva en páginas web con envío a domicilio disponible. De esta manera, las ventas de equipamiento deportivo son unas de las que más se han multiplicado en las últimas semanas, llevando a las distribuidoras a agotar sus existencias al poco tiempo de comenzar el confinamiento. Bicicletas estáticas, juegos de pesas y bandas elásticas entre otros son algunos de los productos más demandados de quienes quieren mantenerse en forma estos días.
Del mismo modo que ha pasado con determinados productos alimenticios, como las bebidas alcohólicas, el no poder obtenerlos en los lugares habituales ha hecho que se multiplique exponencialmente la demanda de los mismos. Esto, como no podría ser de otra manera, tiene su efecto en la economía. Si de por sí el confinamiento ya afecta negativamente a multitud de empresas (Pymes fundamentalmente) por su obligado cese de actividad, la demanda de determinados productos vía web ha hecho de gigantes empresariales como Amazon uno de los más beneficiados de esta situación.
De este modo, si las grandes superficies de supermercados acusaban al principio de la cuarentena el auge en demanda del papel higiénico, las empresas con opciones de venta online ven aumentados considerablemente los pedidos referidos a equipamiento deportivo, entre otras cosas. Estas medidas, tomadas individualmente por cada ciudadano, no han sido sino alimentadas por las instituciones. Más de 50 días sin poder salir de casa ni realizar actividad aeróbica harían mella en cualquiera.
Así lucían los supermercados cuando empezó la crisis del Covid-19
Las instituciones nacionales e internacionales, avaladas por las opiniones y recomendaciones de multitud de expertos tanto en salud como en deporte, han lanzado mensajes durante todo el confinamiento apoyando a sus ciudadanos a realizar, al menos, unas cotas mínimas de deporte desde casa.
Pasadas las semanas más frustrantes y desoladoras de la crisis que vivimos, ciertas medidas comenzaron a ensancharse en cuanto a laxitud. Con ellas pudimos apreciar que, siempre por horarios y de manera ordenada, todos aquellos incapaces de aguantar más tiempo en casa se lanzaron a patear las calles al ritmo del running. Corredores experimentados, aficionados e incluso personas que nunca se habían calzado unas zapatillas deportivas salieron a la calle a liberar endorfinas. Las ciudades de toda España se llenan de paseantes y corredores pero, ¿y cuando no podían salir?
Como hemos comentado anteriormente, la demanda de productos relacionados con el equipamiento deportivo se ha incrementado exponencialmente las últimas semanas. Alberto (23), nos cuenta que para él hubiese sido inviable renunciar al deporte durante la cuarentena: «Compré un juego de mancuernas cuando empezó el confinamiento, y tuve suerte. A la semana siguiente, ya estaba agotado». Con la adaptación de la normativa, el joven deportista nos relata cómo compagina las horas permitidas para hacer deporte en la calle y el ejercicio en casa: «Suelo salir a correr tres o cuatro días a la semana, el resto del ejercicio sigo haciéndolo en casa».
Muchos jóvenes, como Alberto, han decidido plantar cara al confinamiento, exprimiendo al máximo sus posibilidades en lo que a actividad física se refiere. Diego (21), por su parte, recibió con gran ilusión la medida del gobierno que permitía hacer deporte en la calle: «Intenté hacer ejercicio en casa, pero no tenía el material necesario. En cuanto supe que podíamos salir a correr, todo lo que tuve que hacer fue atarme las zapatillas, esperar a las 20:00h, y empezar». Juan Antonio (21) y David (24), aficionados al entrenamiento de musculación, sí que contaban con equipamiento deportivo incluso antes de empezar el confinamiento, por lo que han optado por seguir ejercitándose en casa: «Tengo todo lo que necesito. Entiendo que algunos agradezcan poder salir a correr, pero el deporte que practico habitualmente no me lo exige», apunta Juan Antonio.
Sin embargo, no solo los jóvenes (más acostumbrados al deporte por regla general) necesitan practicar ejercicio durante estos días. Cristina Equiza, psicóloga clínica, alude a la necesidad del cuerpo humano a mantenerse activo, especialmente en estos días que destacan por su monotonía y tedio: «La actividad física supone un reto con un logro personal, y llegar a ello es una satisfacción que genera bienestar». La experta considera que esto resulta de vital importancia para mantener y obtener buenas cotas de felicidad: «Utilizar la actividad física como método de expansión personal contribuye a relajar la tensión y el estrés. Además, ayuda a verse y sentirse mejor y, por ende, ser más feliz».
Ana (52), consciente de la necesidad de mantenerse activa, ha utilizado su ingenio para ejercitarse durante la cuarentena: «Antes acudía andando a mi lugar de trabajo, lo que me obligaba a moverme. Ahora, como alternativa, subo y bajo las escaleras de mi edificio varias veces al día». Nos cuenta que no es la única en hacerlo y que, de hecho, habla con algunos de sus vecinos para acordar horas a las que ejercitarse sin coincidir, pudiendo así mantener la distancia de seguridad. Por su parte, María José (74), decidió adaptar sus habituales paseos al pasillo de su casa: «Calculé cuánto me costaba ir desde mi dormitorio hasta la terraza. Entonces, hice cuentas y ahora es como si fuese y volviese de la Plaza del Pilar todos los días, como hacía antes».
En definitiva, podemos comprobar que, gracias al gran ingenio de unos y a los recursos de otros, quien quiere, puede hacer deporte durante la cuarentena. Sin embargo, como no podría ser de otra manera, hay excepciones. Hay quienes han decidido tomarse la cuarentena como unas vacaciones y se dedican a alternar posiciones (tumbado y sentado) y estancias (sofá o cama). En cualquier caso, todas las opciones son lícitas, si bien las que optan por la actividad física son más recomendables. Deporte y cuarentena. Cuarentena y deporte, quizá no tan enemigos como habríamos podido imaginar.