Radio Juventud de Barbastro fue el aula predilecta de Manuel Cortijo (1961) y el lugar en el que descubrió su pasión por la radio. Allí, pudo aprender mucho de quien considera su mejor mentor, su padre, Casimiro Cortijo. Ahora nos abre las puertas de su casa, su actual redacción radiofónica desde que estallara el estado de alarma. Tras más de 35 años de carrera profesional no hubiera imaginado que esta sería la garantía para hacer de la radio un medio confiable para una sociedad ansiosa por una información veraz y de calidad ante el COVID‐19.
P: Los niños, de pequeños, sueñan con ser futbolistas, bomberos o policías ¿tú qué querías ser cuando eras pequeño?
R: Cuando era pequeño, primero no quería ser nada. Me dedicaba a jugar y a reñir con mis hermanos. Pero, muy pronto, conocí la radio porque mi padre era el director de la emisora de Barbastro, la ciudad en la que vivíamos. En cuanto la conocí un poco dije que cuando fuera mayor trabajaría allí.
P: ¿Entonces podemos decir que Casimiro Cortijo, tu padre, era tu referente cuando eras un niño?
R: Claro, era mi referente como padre y también en la radio, era el director y el que llevaba los temas importantes allí.
P: ¿Cómo era Radio Juventud de Barbastro cuando la conociste?
R: Era una emisora pequeña, con muy poca gente y cuando yo la conocí llevaba una programación de absoluta supervivencia. Las emisoras de radio en aquella época en España, estamos hablando de finales de los años 60 principio de los 70, no funcionaban como lo hacen hoy en día. Ahora son emisoras de 24 horas con una programación fundamentalmente nacional. Antes era distinto, eran emisoras que emitían su propia programación y la programación nacional habitualmente venía enlatada, es decir, grabada en cintas. Esta se realizaba en una productora que tenía la CAR (Cadena Azul de Radiodifusión) en Madrid, las enviaban por correo y las recibías, las emitías y, después, devolvías las cintas. No era la mayor parte de la programación, pero sí era una programación complementaria muy importante. Además, como estamos hablando de la época de Franco, todas las emisoras de radio tenían la obligación de emitir, al menos, dos diarios hablados importantes de Radio Nacional de España (RNE) al día. En aquel momento, Radio Nacional tenía el monopolio de los informativos nacionales en este país. El resto de emisoras podían hacer otro tipo de programas, más o menos informativos, pero no con el formato informativo como lo entendemos hoy en día.
P: ¿Cómo fueron tus primero pasos y tu contacto inicial con la radio, una época que viviste con tu padre y con dos de tus hermanos?
R: Fue una circunstancia especial porque como he dicho era una emisora pequeña que apenas tenía plantilla. De hecho, la mayor parte de la gente que trabajaba allí o eran colaboradores o trabajaban, no por el sueldo, sino por una cotización a la Seguridad Social. Se quedaban sin gente y cuando la locutora que abría la programación por las mañanas iba a hacer la compra, normalmente, era mi padre el que cubría ese espacio para que ella se fuese. Se dio la circunstancia de que él en ese momento no estaba porque se había ido unos días de Barbastro. Yo ahí era muy joven todavía y me pidieron que me acercarse después de salir del colegio. Yo iba y la locutora dejaba puesto un disco largo. Me quedaba ahí mientras sonaba, pero si se paraba le tenía que dar la vuelta y poner la otra cara. Esa fue mi primera colaboración en la radio.
P: En tu etapa en Radio Juventud de Barbastro ¿qué personas o acontecimientos te marcaron?
R: En ese periodo pude conocer a Tom Martín Benítez. Este empezó en la emisora de Barbastro donde aprendió mucho de lo que era la técnica de realización, los guiones… Después fue a Madrid, donde estudió primero Periodismo y luego Ciencias de la Información. Además, colaboró con Tico Medina en un programa de Radio Nacional de España que se llamaba “Los reporteros”. Después de muchos años y por circunstancias de la vida dejó RTVE y se jubiló en Canal Sur, la televisión autonómica andaluza. Él fue una de las personas importantes que conocí, pude conocer a mucha más gente y grabar cosas muy curiosas. Por ejemplo, la única grabación de radio que existía del fundador del Opus Dei, Monseñor Escrivá de Balaguer, que era hijo de Barbastro, la realicé yo. La hice cuando acudió al ayuntamiento de Barbastro y le concedieron la medalla de oro de la ciudad. Esa grabación fue la que utilizaron todas las emisoras de radio, incluida RNE, cuando Monseñor Escrivá de Balaguer falleció. También tuve la oportunidad de ver conferenciantes al comienzo de la democracia como Fernando Vizcaíno Casas, un escritor que escribía con mucho sentido del humor. Vino a la semana cultural de Barbastro y también tuve la oportunidad de entrevistarle.
En aquella época las emisoras de Radio Juventud pertenecían a la CAR y estaban vinculadas al frente de juventudes del régimen de Franco. Se crearon como estaciones escuela, es decir, donde chicos jóvenes iban a aprender lo que es hacer radio. Ahí recibían las primeras nociones de programación, de locución, de lo que era la publicidad, también técnicas, porque en aquel momento la radio era muy técnica y había que saber manejarse un poco técnicamente. Esto le permitió a Manuel Cortijo aprender a hacer radio. Cuando ya contaba con unos años de experiencia radiofónica comenzó un proyecto junto a un compañero.
P: Varios años más tarde, con otro compañero, decidisteis iniciar un tablero deportivo para cubrir el grupo aragonés de Tercera División de fútbol. Esta experiencia ¿cómo fue?
R: Fue una experiencia muy intensa. Empezamos haciendo dos programas semanales, uno que grabábamos los viernes por la tarde y emitíamos los sábados por la mañana y el otro lo emitíamos los domingos por la noche después de la jornada deportiva, este ya era en directo. Mi compañero hacía la parte de periodista deportivo y yo llevaba la parte técnica. Al principio, nos ocupábamos de la Unión Deportiva Barbastro porque es el equipo de fútbol de la ciudad. En aquella época militaba en Regional Preferente y luego ascendió a Tercera División, donde ya tenía rivales más fuertes. En ese momento, la emisora, entonces ya Radiocadena Española en Navarra hacía una especie de tablero deportivo con el grupo navarro-aragonés de Tercera División. Nos pusimos en contacto con ellos, nos mandaban la señal y nosotros también la emitíamos. Cuando jugaba el Barbastro en casa la información para ese programa la dábamos nosotros. Sin embargo, esto cambió cuando la Federación Española de Fútbol decidió que cada Comunidad Autónoma tuviese su grupo de Tercera División, dejando un grupo para Navarra y otro para Aragón. En ese momento en lugar de echarnos para atrás le echamos mucho valor y montamos un tablero con los equipos de la Tercera División de Aragón y con los de Segunda B. Allí cubríamos algún equipo más como el Club Deportivo Binéfar que estuvo militando mucho tiempo en Segunda División B. Al final el tablero fue ganando importancia, porque al principio estaba pensado para Barbastro, pero rápidamente se sumaron al proyecto las emisoras de Fraga, Alcañiz, Caspe y Teruel. Aunque esta última seguía transmitiendo el partido del Teruel, y cuando acababa el partido conectaban también con el tablero. Llegó un momento en el que ese tablero también lo daba la emisora de Zaragoza. Pero como era un programa deportivo no queríamos limitarnos solo al fútbol y también empezamos a dar la información de baloncesto con el Hueca La Magia que llegó a estar en la Liga ABC y de atletismo con la Peña Ferranca, un club de Barbastro.
«Llegamos a ser un referente de la información deportiva en Aragón»
P: ¿En esa época tuvisteis alguna experiencia que os sorprendiese?
R: Hubo un año que nos llamó mucho la atención cuando subió el Atlético Monzalbarba a Tercera División. Nosotros cada vez que ascendía un equipo nos poníamos en contacto con ellos, para hacer la correspondiente ficha, tener el nombre y los teléfonos del presidente, del entrenador y buscar un contacto que nos pudiese pasar la información de los partidos del equipo. Cuando hablamos con el presidente del club nos contó que querían subir a Tercera División porque ellos ya conocían el programa de la radio y sabían que si ascendían podrían saber todo los fines de semana cómo iba su equipo jugase donde jugase. A nosotros nos llamó la atención, pero en ese momento llegamos a ser, primero como Radiocadena Española y luego como Radio Nacional de España, un referente de información deportiva de esas categorías en Aragón.
P: Para realizar esta cobertura deportiva ¿con qué medios contabais?
Eran programas de entre 4 y 5 horas que se realizaban con muy pocos medios. Como anécdota del tablero un año se nos cortó la luz de la emisora de Barbastro y no podíamos incluir sintonías, publicidad ni absolutamente nada. Al final hicimos el programa, lo hicimos sin luz, con equipos a pilas durante más de tres horas y media. Cuando estábamos acabando el tablero dijimos que por fin nos había vuelto la luz y ya acabamos como habíamos empezado. Por eso nos felicitaron, la gente notaba que no había sintonías, pero la información desde los campos de fútbol llegó como cualquier otro fin de semana.
P: En 1991 tu carrera profesional sufre un cambio cuando deciden cerrar, entre otras, la emisora de Barbastro. ¿Cómo viviste esto y el tener que venir a Zaragoza?
R: En junio de 1991 de repente llaman al director de la radio y le dicen que a las 8 de la tarde se cerraba la emisora. En Aragón cerraron 4 emisoras, Alcañiz, Caspe, Fraga y Barbastro. En Huesca no había emisora, había una delegación de la de Barbastro y a raíz de esto se creó la emisora en Huesca. Hubo gente a la que despidieron, a la gente que tenía solicitado el traslado se lo concedieron automáticamente y al resto de la plantilla que se tenían que desplazar forzosamente de su puesto de trabajo le dieron una indemnización y les dieron a elegir a dónde querían ir. Yo sabía que en Zaragoza pensaban que podría encajar bien ya que tenía experiencia en informativos, porque al final de mi época en Barbastro dejé de hacer deportes y pasé a hacer informativos, y además tenían pocas voces de hombres en informativos. Entonces decidí irme a Radio Nacional de España en Zaragoza. Empecé a trabajar a finales del mes de septiembre del año 91 y desde entonces aquí estoy.
P: ¿Cómo es hacer informativos para RNE que es una emisora de referencia dentro de nuestro país?
R: Hacer informativos territoriales para alguien que viene de una emisora pequeña como la de Barbastro al principio llama la atención. Pero yo ya sabía de qué iba esto, había hecho ya campañas electorales en Barbastro como la de las elecciones municipales de 1991. No era fácil porque no es lo mismo tener una emisora como la de Zaragoza donde para cubrir campañas electorales contaban en aquella época con 4 o 5 redactores, que hacerlo en la de Barbastro donde solo había una persona. En Zaragoza el informativo es distinto porque se emite en todo Aragón, en una emisora de referencia para toda España como es RNE. Además, en aquella época la gente que llegaba a la redacción no empezaba a hacer fines de semanas muy pronto, yo fui de los que menos tiempo tardé. Esto tiene cierta complejidad porque es un redactor solo, pero ahí vas metiéndote y aprendiendo de todo. Una de las primeras cosas en las que me metí cuando viene fue en la información del Ayuntamiento de Zaragoza y fueron unos años muy interesantes porque en todos los medios informativos de Zaragoza se abría muchos días con temas de la política municipal y a mí me tocó eso. También me tocó cubrir algún congreso del PSOE de esos que sabías, en teoría, cuando empezaban pero cuando acababan ya era harina de otro costal. El primer congreso del PSOE de Aragón en el que estuvo Juan Alberto Belloch, a la una de la madrugada estábamos recogiendo porque el Congreso ya había cerrado. Pero en la asamblea se hizo una votación que no se ganó porque faltaba gente que estaba reunida en otra sala y se volvió a empezar todo desde el principio. Recuerdo que la información que dábamos en el boletín de la 1 de la madrugada de aquella noche de RNE era que el Congreso del PSOE de Aragón acababa de saltar por los aires y volvía a debatirse todo. Acabamos a las 7 de la mañana.
«En las nuevas instalaciones de Zaragoza compartimos espacio RNE y TVE»
P: En noviembre de 2017 se trasladó el centro territorial, que estaba en el centro de Zaragoza, a la EXPO ¿cómo son las nuevas instalaciones y en qué han cambiado con respecto a las anteriores?
R: Estas instalaciones son nuevas, a diferencia de las otras que se nos estaban empezando a caer entre las manos. Las instalaciones de RNE en la Calle Albareda estaban muy bien, sobre todo, porque desde esa localización podías ir a un montón de sitios andando, ahora esto es más complicado y salvo los juzgados todo lo demás te queda un poco a desmano, por lo que hay que emplear medios de transporte para llegar. Pero las instalaciones son bonitas y lo más importante es que hemos ido al mismo centro todos los compañeros de RNE y TVE en Aragón. Compartimos espacio, información, nos echamos una mano los unos a los otros, nos pasamos números de teléfono y fuentes informativas, por ejemplo si uno va a realizar una entrevista la grabamos para los dos medios y así también la podemos utilizar. Los locutorios de RNE que han ido haciendo nuevos son del mismo estilo. Hay veces que ves un locutorio de Madrid en unas imágenes de televisión y dices ese es el de Zaragoza. Y no, puede ser el de Zaragoza, el de Madrid o el de cualquier otro sitio donde se han hecho instalaciones en los últimos años. Y son pues, eso, funcionales, prácticos y están bien.
En la actual situación de emergencia sanitaria por la pandemia del coronavirus, los medios de comunicación privados han solicitado la ayuda del Gobierno de España que, por el momento, ha aprobado una ayuda de 15 millones de euros. El objetivo es compensar a estas empresas de comunicación por la pérdida de ingresos y el incremento de gastos ante esta situación. Sobre el presente y el futuro de los medios de comunicación también hemos hablado con Manuel Cortijo, un veterano que ha visto evolucionar la comunicación en estos años, especialmente la radio.
El estado de alarma en el que está envuelto el país desde hace más de un mes ha llevado a las distintas profesiones a adaptarse, algo que también les ha tocado a los periodistas que teletrabajan desde sus casas. Incluso, puede que esta situación plantee cambios en la comunicación en un futuro cercano. Manuel Cortijo también nos ha contado cómo es su experiencia a la hora de desarrollar su labor desde el comedor de su casa.
Después de una larga trayectoria en la radio, primero en la de su ciudad natal, Barbastro, y ahora desde la ciudad en la que reside desde hace casi 30 años, Manuel Cortijo se enfrenta a una nueva situación generada por el COVID-19, el teletrabajo. Este puede dar el empujón que les falta a los cibermedios para terminar de desarrollarse y asentarse en la sociedad actual.