El Covid-19 ha afectado severamente muchos aspectos de la vida social y económica, y los niños no han sido excluidos de esta realidad.
Entre los más afectados se encuentran los niños que han perdido a uno o ambos padres, o a un familiar de referencia, debido a la pandemia.
Según National Geographic, hay 10.4 millones de niños que han sido afectados por esta trágica consecuencia de la pandemia. Para profundizar en este tema, he escrito una noticia que encontrarán en este enlace.
La pandemia ha tenido un impacto devastador en la vida de los niños en todo el mundo, creando dificultades en su educación, acceso a servicios de salud, aislamiento social y en sus derechos.
Para comprender mejor las consecuencias del Covid en los niños, entrevisté a una enfermera italiana, Carolina Fato, quien trabajó en un hospital durante la pandemia, primero con personas mayores y luego en pediatría. Este es el enlace donde se puede leer la entrevista.
La enfermera afirmó que la situación en Italia era difícil y crítica, con un gran número de pacientes que llegaban al hospital todos los días y muchas personas luchando por sobrevivir.
También compartió su experiencia trabajando con niños y afirmó que durante la pandemia ha habido un aumento significativo de trastornos psicofísicos, especialmente trastornos relacionados con la alimentación, y muchas niñas han caído en la anorexia.
Además, compartió la historia de una niña con un tumor cerebral particular que dio positivo por covid y que lamentablemente tuvo que posponer su cirugía durante más de un mes.
Para ayudar a los niños, algunas organizaciones internacionales han creado programas de apoyo para brindar asistencia psicológica, atención médica y apoyo financiero. Algunas de estas organizaciones son Unicef y Save The Children.
Sin embargo, todavía hay muchos niños que necesitan ayuda y apoyo para superar este momento difícil.
Por lo tanto, la pandemia ha traído problemas a los niños en términos de educación, socialización y emociones. Muchos niños han tenido que enfrentar el cierre de las escuelas, la falta de oportunidades para jugar y socializar con sus compañeros. Estos factores pueden tener un impacto negativo en su salud mental y en su desarrollo futuro.
Un estudio recientemente realizado ha destacado que: el 18% de los niños ha experimentado tristeza y apatía en mayor medida que antes del confinamiento; el 27% de los sujetos (todos menores de 10 años) ha tenido crisis de ira; el 45% ha expresado deseo de contacto físico; el 22% ha manifestado cambios en la relación con la comida; el 36% deseaba jugar videojuegos más que antes, lo cual podría ser un factor de riesgo para el desarrollo de la adicción a los videojuegos o los teléfonos inteligentes. Otro estudio ha observado la presencia de trastornos de ansiedad o sueño en los niños.
En conclusión, es importante que el mundo preste atención a los problemas de los niños, especialmente en este momento difícil.
Los niños son la vida que se renueva, son nuestro futuro.
estas son las hermosas palabras de la enfermera durante la entrevista. Debemos trabajar juntos para encontrar soluciones concretas que ayuden a los niños a superar las dificultades causadas por la pandemia y garantizar que su bienestar esté en el centro de nuestras prioridades. Solo de esta manera podremos construir un futuro mejor y más justo para todos los niños del mundo.