Tras doce años ubicados en el centro social, los casi 500 usuarios de la Asociación de la Tercera Edad de San Mateo de Gállego han cambiado su ubicación. El motivo de esta mudanza viene a consecuencia de la retoma del proyecto que busca transformar el centro social en una residencia para discapacitados. El edificio se acabó de construir en 2009, pero la residencia nunca se puso en marcha por lo que las instalaciones se han quedado obsoletas. Entre 2018 y 2019 el ayuntamiento tomó la decisión de renovar el centro para poner en funcionamiento la residencia de discapacidad psíquica y centro de día para discapacitados y mayores.
Hasta que las obras acaben, los mayores han sido reubicados en lo que se conoce por los vecinos del pueblo como las «escuelas viejas», aunque durante 15 días no tuvieron un lugar estable. Un espacio que, actualmente, se utiliza para las actividades del Centro Joven, la Asociación de Amas de Casa y diversos talleres que se organizan en la localidad. Los miembros de la Tercera Edad han sustituido un pequeño bar por dos máquinas, una de café y otra de refrescos. José Antonio Ayuso, miembro de la asociación, comenta que «aunque al principio nos costó acostumbrarnos un poco, ahora, tenemos un lugar donde poder tomar algo y echar unas partidas a las cartas, pero, sin duda, lo que más echamos de menos es el bar».
El plazo previsto para llevar a cabo la obra es de cuatro meses, después quedará equipar el interior, lo que retrasará su puesta en funcionamiento. A pesar de que la idea inicial es que, una vez se inaugure el centro social, los mayores tengan un espacio reservado ahí, estos creen que, lo que por ahora está siendo un lugar provisional para la Asociación, se convertirá en su lugar de referencia. Aunque si esto es así, tienen algunas sugerencias para mejorar su comodidad, como quitar una pared que ahora divide en dos la sala para hacer esta diáfana.