Durante años, España ha sido uno de los países abanderados de un estilo de vida, gracias a sus productos, clima y cultura. En ese periodo de tiempo, España se ha convertido en un atractivo turístico gracias a la dieta mediterránea. Esto ahora está ha cambiado. Según datos que arroja la Fundación Dieta Mediterránea, en España ha descendido al 45% de la población sigue esta dieta. Unos números que siguen en caída. En este reportaje, apoyados a los argumentos de Ana Cristina Romea, socióloga y el Chef, Fernando Hijosa, se dará respuesta a este hecho con un enfoque al futuro.
La dieta mediterránea es uno de los pilares de la cultura española y una las razones por las que millones de personas visitan cada año la península ibérica. Desde que el fisiólogo Ancel Keys definió el término, en los años sesenta la popularidad no ha parado de crecer. A pesar de esto, la cultura española cada vez más prescinde de esta dieta. Según estudio el estudio del Science of the Total Environment, publicado en 20 minutos: “España se está desviando del modelo mediterráneo recomendado hacia otra alternativa que contiene tres veces más carne, productos lácteos y azúcar, y un tercio menos de frutas, verduras y cereales”.
Este descenso, según la socióloga Ana Cristina Romea, es debido a tres principales factores. En primer lugar, la falta de tiempo: “Debido a los cambios sociales que se han producido y los nuevos roles que se están asumiendo en las parejas, el modelo no siempre será viable en todos los hogares y falta tiempo para realizar la compra, tiempo para organizar las comidas etc.”, argumenta Romea.
Además, según la socióloga otro factor que está detrás de este descenso está en la organización laboral que existe en la sociedad española, ya que “los horarios con jornadas partidas, donde tienes que comer en la oficina, en un restaurante o ir a un supermercado, “dificulta mucho seguir una dieta saludable”. Como tercer apunte, la socióloga incide en las cuestiones económicas, ya que “la comida ultra procesada es más barata que los productos frescos y que, por ese motivo, se consume más”.
Desde una perspectiva profesional, Fernando Hijosa, chef, quien ha trabajado en más de tres restaurantes, también considera que la dieta mediterránea ha perdido peso dentro del sector de la restauración. Hijosa afirma que la razón es la continua mezcla de estilo de sabores e invocaciones que los cocineros intentan implementar en sus platos. “No hay que olvidarse del producto que tenemos, pero, claro, muchos cocineros intentan rizar el rizo fusionando estilos y parece que se nos olvida lo que tenemos aquí”, sostiene Hijosa.
Importancia de la dieta mediterránea
En estos más de 30 años, la dieta mediterránea ha sido un pilar de sociedad española, lo que ha convertido a España en el país con más esperanza de vida de la Unión Europea, según el INE y Datos Macro, con 83,3 años de media en la esperanza de vida. Entre una de las razones de éxito, se encuentra la dieta mediterránea, ya que, como se ha demostrado, ayuda a nuestra salud. Según la revista médica de chile o la Fundación del Corazón, este tipo de dieta ayuda a reducir la mortalidad un 25% y garantiza en un envejecimiento exitoso en un 269%.
Según Hijosa, la clave de la dieta mediterránea y por lo que le dota de importancia es la mezcla de sabores y de culturas, algo que es extrapolable a mucho de los elementos culturales que representan a España, ya que es un país que se ha construido a base de mezclas raciales.
Futuro de la dieta mediterránea
La globalización y la tendencia que sigue España en cuanto al descenso de la dieta mediterránea pueden seguir aumentado, para Romea. Aun así, la socióloga considera que “todo va a depender del enfoque político que se vaya a adoptar y qué intereses vayan a primar, si la salud de las personas, los intereses del mercado laboral, los intereses medioambientales o intereses de la industria alimentaria”.
Desde el gobierno, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, sitúa la posición del gobierno, a favor del desarrollo de las políticas a favor de la dieta mediterránea y lo ve como “una de las mejores herramientas” para combatir el cambio climático y frenar algunos de los impactos medioambientales provocados por el consumo en España. Por ello, según RTVE (Radio Televisión Española), Garzón plantea la necesidad de una reducción del consumo de productos de origen animal, «que no solo estaría conllevando a una mejora de los impactos ecológicos, sino que se correspondería con la dieta mediterránea».