La desescalada de un país desunido

Un edificio con balcones, gente en ellos aplaudiendo.
Imagen del Diario de Navarra, personas aplaudiendo en balcones

Desde la incredulidad que nos posee a todos de vivir una situación así, vemos cada vez más cerca la posibilidad de volver a una normalidad que, probablemente tras todo este tiempo, no reconozcamos.

La desescalada ya ha empezado, pero no para todos. Partes de Andalucía, Cataluña, la Comunidad Valenciana y Castilla – La Mancha, así como la comunidad entera de Castilla León y Madrid siguen en la Fase 0, intentando por todos los medios llegar a la división donde se encuentran el resto de provincias, aunque no del todo, con manifestaciones o “reunión de personas” que se juntan en las calles de Madrid para manifestarse contra un gobierno para ellos inepto, pero, ¿lo habría hecho mejor otro partido político? En una pandemia mundial como en la que nos encontramos, ¿qué hoja de ruta es hay que seguir? No son normales las cuarentenas por pandemia mundial, no es algo que pase todos los años, por lo que ¿cómo saber de qué forma actuar en estas situaciones?

Otra de las cosas que nadie se esperaba era la unión de las personas a las 8 de la tarde para aplaudir desde sus balcones y ventanas a los sanitarios que se colocaban en la trinchera de esta guerra sin armas que ha sido el COVID-19. Todo por un mensaje en cadena que se fue compartiendo por WhatsApp saltando de móvil en móvil y de familias en familias que aunó a toda España como desde el mundial del 2012. No obstante, cuando empezó la desescalada, se empezó a dejar de salir a los balcones, la gente ya tenía cosas que hacer e invertir 5 minutos en aplaudir a los sanitarios ya no entraba dentro de las prioridades de las personas, todos somos amables y todos queremos salir a aplaudir cuando tenemos tiempo y no tenemos otra cosa que hacer, pero cuando tenemos otras cosas que hacer, no somos tan agradables, de hecho yo he llegado a escuchar que la gente dejaba de aplaudir “porque los sanitarios estaban haciendo su trabajo” y que si no les gustaba lo que estaban haciendo “que no se hubieran metido a esa carrera”… verdaderamente decepcionante.

Sin embargo, esta unión no iba a durar por mucho tiempo, las uniones sociales en España no funcionan, y desde finales de abril a las 20:00 se aplaudía por los sanitarios, pero una hora mas tarde se convocaban las caceroladas contra el gobierno del PSOE, unas caceroladas que han acabado en las calles con unas manifestaciones que no cumplen especialmente las medidas de distanciamiento estipuladas. Irónica y ridículamente, los que se manifiestan en contra del PSOE en plena pandemia, son los que culpaban al gobierno de haber permitido la manifestación feminista del 8 de marzo (8M) y los que se quejan de las caceroladas en las calles alegando que no respetan las medidas mencionadas, son las mismas personas que fueron a las manifestaciones del 8M una semana antes del confinamiento: España.

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