El Aula Hospitalaria del Hospital Materno Infantil Universitario Miguel Servet de Zaragoza trabaja con niños hospitalizados de entre 3 a 16 años, y pretende dar continuidad a su desarrollo educativo y hacer más agradable su estancia en el hospital, apoyándolos emocionalmente. Cuenta con tres profesores de Educación Infantil y Primaria y, también, posee maestros encargados de desarrollar la atención domiciliaria, en el caso de que el médico prescriba una convalecencia prolongada.
Cada año, más de mil niños de entre 3 a 16 años pasan por las Aulas Hospitalarias de Aragón. En 2019, el Hospital Materno Infantil Universitario Miguel Servet, registró más de 900 niños en estas aulas, y durante ese curso escolar, este aula contaba con tres docentes de Educación Infantil y de Primaria a los que se sumaban los miembros del Servicio de Atención Educativa Domiciliaria, que ese año fueron cinco, uno de los cuales realizaba, además, labores de apoyo en el Aula Hospitalaria del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa.
Durante el confinamiento y con el lema «Yo Me Quedo Casa», el Aula Hospitalaria hizo la rutina del colegio de forma virtual, ofreciendo actividades y tareas para los niños de forma online, con cuentos, manualidades, recetas de cocina o actividades en inglés, los cuales comparten siempre en su página web. Por otro lado, el 8 de septiembre de 2020 los niños hospitalizados iniciaron el nuevo curso escolar en el aula, donde se les indicaba: «No olvides tu mascarilla, lávate las manos al entrar y salir del aula y mantén la distancia social. No te preocupes, nosotros te ayudaremos.»
Desde 2019 existe «Lo Que Realmente Importa», un proyecto que nace en el Aula Hospitalaria del hospital Miguel Servet, con la colaboración del Colegio Corazonistas Moncayo, de Zaragoza. Trata de que los niños pongan en valor las cosas cotidianas, todo lo que tenemos y no disfrutamos, elaborando unos corazones de manualidad en los que escriben lo que a ellos les importa. Algo que en estos tiempos cobra todavía mayor importancia. Los corazones se encuentran dando color y alegrando los pasillos del Hospital Infantil, y otros se los regalan a los niños y niñas hospitalizados allí, para transmitirles ánimo para que se mejoren. Todos los centros que quieran pueden colaborar mandando sus corazones.
La actuación de los profesores va dirigida a compensar educativamente al alumnado que, por razones de hospitalización, no puede asistir a su centro educativo. Su objetivo, por lo tanto, es dar una continuidad al desarrollo educativo de los niños, apoyándolos emocionalmente y facilitando su integración socioafectiva durante su estancia en el hospital. La gran variedad de niveles, situaciones y procedencias de los alumnos exige del profesorado una gran capacidad de generar respuestas educativas rápidas, diversificadas y creativas. Para ello, se hace uso de una metodología que se basa en la atención a la diversidad, que es individualizada, pero también se realizan actividades cooperativas y trabajos en grupo.